Pérdida de olfato y gusto como posibles síntomas del coronavirus

La pérdida de olfato y gusto como síntomas del coronavirus es una teoría que ha ganado espacio. Algunas asociaciones médicas del mundo emitieron comunicados aseverándolo y sugiriendo su rastreo como signo precoz de la enfermedad.

Considerar la pérdida de olfato y gusto como posibles síntomas del coronavirus ha dejado de ser una teoría para algunas asociaciones médicas. Por ejemplo, la Sociedad Española de Neurología ha emitido un comunicado al respecto sugiriendo que el signo debe considerarse para el aislamiento.

Según los neurólogos españoles, hay otros registros en el mundo, tanto en China como en Alemania, que obligan a su consideración. Inclusive, sugieren aislar por 14 días a quien presente pérdida súbita del olfato en estos días.

Por otro lado, ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni los ministerios de salud nacionales han confirmado la pérdida de olfato y gusto como síntomas a considerar. No los han incluido en sus protocolos diagnósticos para los equipos médicos que trabajan en la pandemia.

Según Hendrik Streeck, director del Instituto de Virología de Bonn, en Alemania, el síntoma es más frecuente en los pacientes jóvenes. Además, se vincula a personas que desarrollarían formas leves de la enfermedad.

¿Qué es la anosmia?

Entre la pérdida de olfato y la pérdida del gusto, es la primera la que más se asocia al coronavirus según esta hipótesis. El término médico para la condición es anosmia.

Una persona padece anosmia cuando no siente ningún olor en absoluto. El cuadro más leve se denomina hiposmia, y es una reducción del sentido olfativo. Las causas generales de este trastorno son muchas, pero su subjetividad hace difícil la identificación concreta.

De manera habitual, una persona puede padecer anosmia cuando atraviesa un resfriado, una sinusitis o un período de alergia estacional. Casos más preocupantes son aquellos que pierden el olfato por una lesión cerebral, ya sea por un tumor o una alteración vascular –un infarto cerebral o un accidente cerebrovascular.

Para la anosmia no hay un tratamiento específico. Se debe encontrar la causa de fondo del problema y solucionarla. La terapéutica depende de la causa. En la situación actual de pandemia por coronavirus, el síntoma es una alerta, pero no modifica el protocolo de actuación.

Síntomas clásicos de coronavirus

Vale recordar cuáles son los síntomas reconocidos y claros de la infección por COVID-19. Estos signos, si aparecen, obligan a la consulta inmediata y al aislamiento:

  • Fiebre
  • Tos seca: la falta de aire aparece en casos más avanzados.
  • Decaimiento

Lo que proponen algunas asociaciones médicas en el mundo, incluida la Asociación Británica de Oídos, Nariz y Garganta, es añadir la pérdida de olfato y gusto como síntoma inicial. Su detección precoz, según pregonan, adelantaría diagnósticos y permitiría aislar pacientes con rapidez para detener la propagación.

La detección precoz es fundamental en el control de esta pandemia. Los esfuerzos de toda la población mundial por mantener la cuarentena pretenden reducir la tasa de propagación del coronavirus, ganándole tiempo al sistema de salud para dar una respuesta adecuada a los enfermos.

Si se pudiese confirmar que la pérdida de olfato y gusto son signos incipientes de infección por COVID-19, entonces tendríamos un elemento más para adelantarnos. De todos modos, hasta que esto no se corrobore con estudios científicos realizados bajo los parámetros de investigación vigentes, debe tomarse la información con pinzas.

Otros síntomas no habituales

Un borrador de un estudio científico realizado en China ya había indagado sobre síntomas atípicos del coronavirus. En ese caso se trató de síntomas digestivos.

Según la comunicación de los investigadores, casi el 50 % de los pacientes que se sometieron al estudio padecieron síntomas digestivos durante el transcurso de su enfermedad por COVID-19. La presentación digestiva por excelencia fue la diarrea.

Del mismo modo, los pacientes con síntomas digestivos durante su internación presentaron una evolución más tórpida que aquellos que sólo cursaron con síntomas respiratorios. Se supone que la deshidratación de la diarrea es un factor considerable para las complicaciones del tratamiento.

¿Debemos considerar la pérdida de olfato y gusto?

Con los datos que disponemos, debemos ser cautos antes de considerar a la pérdida de olfato y gusto como síntomas de infección por coronavirus. Aunque las asociaciones médicas propongan la identificación de estos signos dentro de los protocolos, deberíamos esperar la confirmación de los organismos oficiales.

De todos modos, es importante tener en cuenta que, en el contexto en el que nos encontramos, no está de más realizar la consulta si aparece una anosmia súbita que no se asocia a ninguna otra condición que padezcamos. Un profesional de la salud sabrá decirnos si son necesarios más estudios o no deberíamos preocuparnos.