Cuando tu Barriga tiene esta forma estas son las razones

¿Quién no quisiera tener un abdomen plano? La grasa abdominal es una de las mayores molestias estéticas por las cuales mucha gente se siente incómoda con su cuerpo. Pero no hay que desesperar, podemos encontrar miles de formas para llegar a tener un abdomen plano y también encontrar las razones de por qué nuestra panza luce de esa manera. Aquí les dejaremos algunas:

Cuando tu panza tiene esta forma esta son las razones

La grasa del vientre es uno de los signos más comunes de aumento de peso y, lamentablemente, algo que no es fácil de perder. Así que antes de embarcarte en tu viaje de pérdida de peso, es mejor entender qué tipo de grasa abdominal tienes. Te sorprendería saber que todos los tipos de panza son diferentes y que deben abordarse de manera diferente.

Panza por mala alimentación

Esta es la primera razón por la cual la mayoría de las personas no pueden conseguir un vientre plano. Los alimentos que contienen hidratos de carbono, grasas y azúcares producen una especie de inflamación en el abdomen y hacen que luzca mal.

Por lo tanto, debemos evitar el consumo de harinas, bebidas con azúcar, postres y demás. Los alimentos naturales como frutas y vegetales ayudan a reducir la inflamación, por lo tanto es recomendable sustituir los alimentos nocivos por estos.

Si bien es necesario consumir cierta cantidad de grasas, siempre debemos tener en cuenta qué tipo de grasas estamos consumiendo. Las grasas saturadas, contenidas en algunos tipos de carnes y varios lácteos, producen la inflamación del abdomen y el crecimiento de nuestra panza.

En cambio, alimentos con grasas naturales monoinsaturadas como la palta, las frutas secas y los pescados colaboran con la quema de grasas y tienen un efecto antiinflamatorio, siempre y cuando su consumo sea moderado.

Panza de menopausia

El aumento de peso es un efecto común de la menopausia. Los cambios hormonales conducen a un aumento de peso, que en realidad comienza durante la perimenopausia, unos años antes de la menopausia. Este aumento de peso afecta principalmente al abdomen.

Cuida tus hábitos alimenticios y de descanso. Además, involúcrate en alguna rutina de ejercicio ligero.

Tienes panza cuando haces una rutina de ejercicios equivocada

Una rutina de ejercicios erróneos puede hacer que bajemos de peso, pero quizás no nos ayudan en la quema de grasa abdominal. Por ejemplo, salir a correr es una actividad totalmente saludable para nuestro organismo y nos ayuda a quemar cientos de calorías, pero no ayuda específicamente a quemar la grasa abdominal.

Por lo tanto, se recomienda combinar el entrenamiento aeróbico con algo de fuerza, levantar pesas o realizar ejercicios que requieran de trabajo muscular. Además, no solo debemos trabajar los abdominales, sino también los músculos de la espalda, pelvis y demás, ya que al trabajarlos quemaremos muchas más calorías por ser ejercicios que requieren el trabajo de más músculos a la vez.

No controlar el estrés

Tener una vida tranquila también es importante, dormir entre 7 y 8 horas por día colabora con el metabolismo, si nuestro organismo no descansa de forma correcta no tendrá la misma energía que si descansa como corresponde. Además, el cuerpo quema calorías mientras descansa y relaja casi todos los músculos del cuerpo.

Es importante reducir el estrés y las preocupaciones, ya que en este tipo de situaciones el organismo produce una hormona, llamada cortisol que incrementa la grasa corporal.

El estrés es una cosa común hoy en día y también lo es la panza de estrés. La grasa del estrés es principalmente alrededor del ombligo y la barriga es difícil de perder. Si a menudo no comes o dejas de pasar comidas, tomas mucho café, sufres de síndrome del intestino irritable, consumes demasiada comida poco saludable y sufres de estrés crónico, entonces tus probabilidades de tener estrés en el vientre son bastante altas.

Cómo deshacerse de ese tipo de panza: la falta de sueño y la carga de trabajo es una de las razones comunes del estrés. Por lo tanto, tu primer objetivo debe ser reducir ambos. Prueba la meditación y otros ejercicios de respiración. Además, limita tu ingesta diaria de café. No hagas un entrenamiento intenso, ya que produce hormonas del estrés en el cuerpo.