Cómo es mejor guardar el gel de aloe vera

El gel de aloe vera natural es una sustancia que tiene diversos usos. Y aunque generalmente se suele utilizar todo, una vez se ha extraído de la planta, en ocasiones, se desea guardar cierta cantidad para usos posteriores.

Para no desperdiciar gel y prolongar su vida útil, es importante conocer formas de almacenarlo y conservarlo correctamente. A continuación te compartiremos varias de ellas. Así los podrás poner en práctica la próxima vez que te sobre alguna cantidad de gel. ¡Apunta!

**No existe un único método de conservación del aloe vera. Dependiendo del uso posterior que vayas a darle, deberás recurrir a uno u otro. 

Método de conservación con miel de abejas

Por su elevado contenido de azúcares naturales, la miel es un producto que nunca caduca. Su efecto conservante se debe a su baja concentración de agua, idéntico al que permite conservar los dulces o las frutas en almíbar

En este caso es compatible con la composición del gel de aloe vera y sus fines posteriores.

¿Qué debes hacer?

  • Extrae el gel del interior de la hoja y lávalo para quitarle esa capa amarillenta que sale del cristal.
  • A continuación, trocea el gel de aloe vera y mézclalo en partes iguales con miel de abejas pura.
  • Utiliza este producto para la elaboración de batidos, tés y mascarillas, entre otros.

Gel de aloe vera congelado

Colocar el aloe vera limpio en una cubitera y congelarlo es un método de conservación muy sencillo. Al no utilizarse otros ingredientes, el producto puede conservar gran parte de sus propiedades durante un par de semanas. 

Los cubos de aloe vera pueden utilizarse luego para tratamientos de belleza y diversos remedios caseros.

¿Qué debes hacer?

  • Elige una penca de aloe del tamaño que prefieras.
  • Con la ayuda de un cuchillo afilado, corta la piel exterior teniendo cuidado de no sufrir lesiones al hacer contacto con las púas.
  • Tras quitarle la parte exterior, retira la pulpa gelatinosa con una cuchara e introdúcela en una cubitera.
  • Como se trata de un gel muy versátil, ayúdate de los dedos para adaptarlo a la forma del recipiente.
  • Cuando hayas finalizado, lleva el producto al congelador y retíralo cada vez que lo necesites.

Trucos

  • Potencia los efectos del gel y de su conservación agregando unas gotitas de zumo de limón a cada espacio de la cubitera.
  • También puedes añadir una cápsula de vitamina E a la pulpa, en especial si estás pensando aplicarla para tratar la piel, el cabello o las uñas.

Método de conservación con vitamina C

Según la sabiduría popular, al añadirle una buena cantidad de vitamina C a la pulpa de aloe se puede guardar hasta un mes dentro del refrigerador.

Lo mejor de todo es que sirve para potenciar sus efectos antioxidantes y regeneradores.

¿Qué debes hacer?

  • Corta la penca de aloe vera por ambos lados: la punta y la parte de las espinas.
  • A continuación, ponla en remojo durante 24 horas. Durante este periodo cambia el agua dos veces.
  • En este proceso se eliminará una resina llamada aloína, que puede resultar tóxica e irritante para la piel.
  • Cuando se haya eliminado la totalidad de aloína, extrae el gel con la ayuda de una cuchara.
  • Incorpora el ingrediente en el vaso de la licuadora, añade una pastilla de vitamina C y una cucharadita de aceite de germen de trigo.
  • Procesa todo unos segundos y vierte el jugo en un frasco de vidrio.
  • Al principio queda una espuma en la parte superior del producto, pero esta se desaparece en pocos días.
  • Sella el frasco y llévalo a la nevera.
  • Utiliza una pequeña cantidad para elaborar tus remedios.

Con estas tres propuestas, de ahora en adelante podrás guardar los restos del gel de aloe vera y así aprovecharlos por más tiempo, para diversas cuestiones.

¿Quieres prepararte una mascarilla con gel de aloe para el cabello hoy y quieres enriquecer tu crema corporal mañana? Entonces ya sabes que lo mejor que extraigas el aloe y apartes la cantidad que deseas guardar.