Batido con fresas y semillas de chia

Las semillas de Chía se usaron originalmente por los mayas como un suplemento de energía. Los mensajeros que tenían que recorrer grandes distancias, solían llevar una pequeña bolsa con semillas de Chía. Por lo tanto, la Chía se la ha denominado comúnmente como la “comida andante de los Indios”. Se debe comer semilla de chía por muchas razones.

Beneficios de la semilla de chia y las fresas

Tiene 2 veces más proteína que cualquier otra semilla o grano, 5 veces más de calcio que la lech, 2 veces más potasio que el pláta, 3 veces más hierro que las espinacas y grandes cantidades de ácidos grasos omega-3 y omega-6.

Estas pequeñas y saludables semillas, tienen una única acción gelificante que mantiene una sensación de saciado de comida durante horas. Cuando una semilla de Chía está expuesta al agua, se forma una capa de gel, aumentando su tamaño y peso. El gel en sí mismo no tiene calorías y no se puede separar de la semilla, lo que significa que ayuda a su cuerpo a estar lleno, pero sin agregar calorías.

La Chía es una semilla de sabor muy suave. Se puede agregar a cualquier otra comida sin cambiar el sabor. He descubierto que me gusta mucho más si se muele primero en el molinillo de café. En esta receta se tiene que moler para obtener una bebida cremosa.

Las semillas ed chía, al igual que las fresas son potentes impulsores de energía,  aumentando la resistencia de quienes lo consumen. Los guerreros mayas y sus mensajeros ya utilizaban estas semillas para recibir una dosis extra de energía para recorrer grandes distancias.

La chía equilibra los niveles de azúcar en la sangre lo que es ideal para los diabéticos y aquellos con hiperglucemia.

Reunidos en este batido de fresas y semillas de chía, más el aporte de la leche de almendras, conseguirás una bebida fácil de preparar pero muy saludable para tu cuerpo.

Ingredientes:

  • 1 taza de fresas
  • 1 vaso de leche de almendras
  • 2 cucharas de Chía (molidas)

Preparación:

Se ponen todos los ingredientes en el procesador de alimentos y se mezcla hasta que esté suave. Lo pones en una copa y espolvoreas unas semillas de chía enteras (sin moler) y decoras con una fresa. Si las fresas no son lo suficientemente dulce, puedes agregar una cucharada de miel.